Quisiera entender que los golpes del destino son para mi futura fortaleza, creer que de cada caída se puede aprender, que del reflejo del error se puede cambiar. 
Quisiera conocer las intenciones del porvenir, y convencerme de que la oscuridad del presente solo son reservas de luz para el mañana. 
Me gustaría aceptar que el hoy no tenerte es lo justo, y considerar una posible derrota del presente, para lucirme con éxito en lo que me espera.

Ale Gonzalez