Mi viejo amigo

Hola mi viejo amigo, tanto tiempo sin escribirte.
Desde ya te pido disculpas por no haberte hecho saber de mi antes, ya que ha pasado un largo tiempo desde la ultima vez que te hice llegar mis palabras.
Hoy te escribo nuevamente, con el mismo motivo de ocasiones pasadas, para contarte como me siento en este momento e intentar explicarte el porque de mi ausencia este ultimo tiempo.
Empecemos con el porque de mi desaparición repentina... conocí a una persona que hoy ocupa casi la totalidad de mi tiempo. Alguien quien supero no solo mis expectativas y limites con los que soñar, sino que tambien quien delimito un nuevo trayecto en mi vida.
Talvez te sentiras, por como te lo cuento, algo destituido, y creo que sí, perdon, pero así es. Ella destituyo de sus puesto a todos mis principios, me mostró no solo que uno no tiene un limite físico para demostrar, sino que no hay limite alguno para el sentir. Talvez creas que exagero un poco, por el tiempo que hace desde que la conozco, pero eso lo hace aun más increible. Y bueno, ella es básicamente la causa del porque ya no acudo a mi confesionario de angustias, a mi librito de caídas. Ella hace ya tiempo que viene haciendo de cada una de mis caidas o derrotas, una nueva esperanza para seguir adelante y superarlo.
Pero hoy esto me superó. Estoy atravesando un momento en el que ella no me sirve de solución, ya que ella es el incógnito. Si amigo, hoy corro el miedo de perderla y llegué hasta aquí con el fin de que me socorras, y ayudes a que me desahogue. No tengo mucho que decir, más que haberte descrito muy a la ligera, el complejo sentir que ella me ocasiona. Vos me conoces bien, y doy por seguro que sabes muy bien que voy a pelear por esto que siento y no voy a dejar que esto se me valla de las manos.
La amo amigo, puedes apostar a ello...
Gracias una vez más por hacer de mi baul de decepciones y momentos.
Te escribiré pronto, y realmente espero que la próxima, sea con un motivo a fin de contarte lo bien que me siento a su lado.