Intentar.

Dando vueltas por recuerdos hallé intacto lo que creí pasado, pero siempre mantuve presente.
Vagando contra mi voluntad, me encontré en disputa con el tiempo, ese quien se encarga de inmunizarnos ante nuestro aleatorio futuro, quien dibuja en la memoria y escribe cuentos en mis metas.
Casi sin darme cuenta lloré, casi sin pensarlo me dejé llevar. Sin certeza ni elección, me entregué a la cruel verdad que hoy me mantiene en ilusión.
Ciego y sin preámbulos reinicié en mi aquello que me costo decenas de intentos, cientos de finales y más de una tranquila noche.
No gana el que no juega, pero aún así debo callar lo que en silencio aclamo.
Necesito ganar para ya no tener miedo a perder o simplemente perder para ya no creer que puedo ganar.

Ale Gonzalez